miércoles, 18 de febrero de 2009

Ingresante... ¿y ahora qué?

Existen muchas dudas que nos invaden  a la hora de comenzar el camino nuevo que presenta la universidad, a esto suelen sumarse muchas sensaciones encontradas como el extrañamiento de dejar nuestro lugar para sumergirnos en una nueva lógica que así como promete también nos desconcierta. Muchos cambios, muchas propuestas. Si pudiéramos romper con las barreras que parecieran cercar este nuevo contexto, podríamos encontrarnos con gratas sorpresas, con amigos y momentos enriquecedores que sin duda marcaran gran parte de nuestro futuro. Si todas nuestras dudas pueden hacerse carne es, en gran parte,gracias a ese imprevisible entusiasmo que nos produce la participación colectiva, los espacios vacíos que deben ser llenados de toda la vitalidad que marca este comienzo. 

Creer en nuestro potencial es un gran motor para encarar de manera original, particular cualquier orientación a la que estemos abocados. Si bien los profesores ocupan en las aulas un lugar preponderante, y es parte de su labor transmitir las herramientas que nos pueden ser útiles en el futuro, solo pueden realmente ser transmitidos y repensados en sintonía con un contexto real, mediante nuestros cuestionamientos, nuestras reflexiones que nunca son ajenas sino que constituyen sin duda el reflejo del momento que nos toca y lo devienen realidad.

Gracias al espíritu renovado de muchos, quienes se animaron a exigir y construir nuevas identidades, contamos con la posibilidad de interactuar y renovar/redoblar la apuesta. Estamos a tiempo de soñar con una universidad que contenga, que sirva, que se abra a todos aquellos quienes deseen invadirla. Tomemosla y hagamos de todas estas experiencias nuevas un legado, una promesa para futuros hacedores de la realidad. 
Desde el trabajo común podemos visualizar nuevas relaciones dentro y fuera de las aulas en esta misma facultad sobre estos mismos cimientos que tanta historia nos cuentan y tanta historia demandan, al oído nos susurra una vez mas, que la universidad se pinte de negro, que se pinte de mulato. 

“Ésta es nuestra palabra sencilla que busca tocar el 
corazón de la gente humilde y simple como 
nosotros, pero, también como nosotros, digna y 
rebelde”
Subcomandante Marcos-EZLN